Sobre viajar
Lo cierto es que no es mi pasión.
Hay varios factores por lo que no lo es.
(Esta foto es de los bufones de Pria, en Llanes, Asturias).
Uno de ellos es que las aglomeraciones de gente, aeropuertos, estaciones… Me ponen nerviosa.
Soy una persona organizada, me estresa el hecho de que tenga que salir para mí todo bien, y sino ya voy “agobiada”. Hasta que no llego al destino todo es un estrés para mí.
No suelo hacerlo demasiado, pero lo cierto es que quizás si no tuviera el estilo de vida que tengo, puede que lo hiciera más.
Realmente amo mi vida, pero cuando viajo, es cierto que algo en mi se activa.
Viajar es abrir ventanas al mundo y a uno mismo. Porque cuando nos movemos, no solo cambiamos de paisaje, cambiamos por dentro. Cada calle desconocida, cada bar, cada monumento, cada voz en otro idioma, cada comida que nunca habíamos probado, nos recuerda que hay muchas formas de vivir… y todas tienen algo que enseñarnos.
Una de las cosas que más me gusta visitar sea cual sea el destino al que vaya, son las iglesias y catedrales. No porque sea practicante ni por religión, sino porque admirar tremendas obras me parece algo descomunal. Estudié en el instituto historia del arte, y realmente fue para mí mi asignatura favorita. Me perdía y me fundía con tanta belleza.
Soy consciente que para muchos viajar es fundamental. Es algo por lo que incluso ahorran sin cesar, incluso he visto personas que se endeudan con tal de hacerlo. Lo respeto.
Cuando viajamos, alma se ensancha cuando se asombra, y el asombro está en cada viaje: en lo simple, en lo inesperado. Y cuando vuelves, ya no eres el mismo. Te enriquece por dentro. A ti, y a los tuyos.
El último viaje que hice fue a Asturias (mi hermana está viviendo allí) y fue maravilloso.
Si no has ido, te lo recomiendo MUCHISIMO.
Espero que te haya gustado,
Te mando un abrazo
Como siempre, con amor
ClauInMind